Thursday, June 18, 2009
EL DIVORCIO. AMIGO O ENEMIGO?
Ningún estudio ha logrado demostrar que el divorcio ofrezca efectos positivos
El Divorcio se invoca como una necesidad para ayudar a familias y matrimonios que han llegado a una crisis que no logran resolver. Se aduce que será un elemento positivo a todos los niveles y que los posibles conflictos que puedan originarse de él se resuelven con el tiempo.
Actualmente se puede contar con una serie de investigaciones y datos acumulados en aquellos países que aprobaron el divorcio hace años y cuentan ya con una generación adulta de “hijos del divorcio”. Cualquier decisión, personal o gubernamental, no puede obviar la existencia de estos datos. De hecho no se reducen a estudios e investigaciones sino también a acciones y actitudes. El matrimonio estable vuelve a ponerse de moda, e incluso el matrimonio religioso (28). En USA proliferan los programas de ayuda a matrimonios en problemas y otros de preparación al mismo para prevenir una disolución (28), (24).
El divorcio (llamado divorcio vincular) implica que los contrayentes del matrimonio, personas que se vincularon jurídicamente a sí mismas y a sus patrimonios, en orden a la constitución de una familia, pueden disolver ese vínculo por voluntad de uno de los cónyuges y aún afectando los derechos de terceros, por ejemplo los hijos. (1)
En estos momentos debe ser motivo de reflexión el hecho de que en muchos países para casarse son necesarias dos personas, para divorciarse sólo una. O la evidencia de que resulta más fácil divorciarse que cambiar unos pantalones. O el hecho real de que es posible terminar con un matrimonio de más de 25 años con más facilidad que finalizar un contrato laboral de pocos meses. ¿No hay alguna incongruencia?
Para muchos el divorcio ha dejado de ser una decisión personal para convertirse en una cuestión de salud pública por los múltiples y negativos efectos que provoca en las personas y la sociedad misma.
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