Abuelas, ni niñeras ni madres.
Familia
Cuidar de los nietos en ocasiones trae algunos problemas cuando los límites se pasan a llevar. No somos niñeras pero tampoco somos las madres.
abuela.jpg
Cuando somos abuelas los nietos nos llenan de alegría y vitalidad, por eso tratamos de pasar el mayor tiempo posible con ellos, nos ofrecemos a cuidarlos y ayudar en lo que podamos, pero hay veces que terminamos siendo niñeras más horas de las deseadas. Es difícil decir que no puedes o no tienes tiempo, porque sientes que estás siendo poco solidaria, mala madre y pésima abuela, o peor aún, nuestros hijos se enojan por no ayudarlos, sin comprender que hay veces en que simplemente no podemos. Es ahí cuando surgen los problemas. En ocasiones los hijos castigan esta falta de disponibilidad usando a los nietos, amenazando con que ya no los llevarán o impidiendo verlos por algún tiempo, dejando de hablarnos hasta que vuelvan a necesitar de nuestra ayuda. A veces los nietos son un poco "impuestos", lo cual no suele disgustarnos ya que disfrutamos de su compañía, pero cuando esto nos impide realizar nuestra vida cotidiana, excede el tiempo presupuestado o requiere mayor energía de la que podemos entregarles, puede traernos problemas. Por otro lado hay que considerar aquellas abuelas que deben ayudar obligatoriamente a sus hijos porque ellos no cuentan con los medios para conseguir quien cuide de los niños. Independiente de que el cuidado sea eventual o de forma fija, lo importante es saber cómo fijar límites y crear acuerdos, porque no queremos vernos privadas de ellos pero tampoco sentir que tenemos la obligación de cuidarlos más allá de lo que podemos o estamos dispuestas.
Continuidad del rol materno
El cuidado de los nietos enfrenta distintos escenarios, los que dependen del rol, ocupación y estilo de vida de la abuela, en cada caso la relación y colaboración será diferente, tanto por la disponibilidad como por la dependencia que exista entre los involucrados. No es lo mismo una mujer que se ha dedicado a cuidar de la familia y cuyo rol principal ha sido la crianza, que otra que trabaja fuera o tiene un estilo de vida que involucra actividades sociales y laborales extras a las de la casa o la familia. Una dueña de casa estará mas expuesta a "sufrir" conflictos con el tema de los nietos, mientras que aquella que realiza otras actividades y tiene preocupaciones distintas a la familia podrá verse menos afectada. "Las abuelas necesitan mantener la continuidad madre-hijo a través de los nietos, viéndose mayormente involucradas aquellas que no trabajan y que mantienen su vigencia criando a los hijos de sus hijos, versus aquellas que tienen su vida vigente. Lo que estas mujeres se juegan es el lugar que ocupan dentro de la familia, por ello suelen pasar a llevarse ciertos límites, tanto por la madre(abuela) como por los hijos", señala Verónica Gazmuri, psicóloga y terapeuta familiar.
Es importante que las abuelas comprendamos que nuestro rol es el de "apoyar" a nuestros hijos y el de ellos "criar" a los suyos. Muchas veces solemos olvidar esto e involucrarnos más de lo debido. Podemos dar nuestra opinión, pero depende de nuestros hijos decidir cómo criaran a los suyos, aunque no nos guste como los vistan, el colegio que elijan o los horarios con que los eduquen. Debemos respetar estos hábitos y sus decisiones, no boicotear su educación, ya sea por consentir a los niños o hacer evidente nuestra crítica por medio de los nietos. "Si no hay mal trato no debiéramos influir en la crianza, hay que respetar la autoridad de los padres", comenta la psicóloga. "No pueden estar criticando sus decisiones frente o por intermedio de los niños, por el contrario hay que apoyar y validar a los padres. Deben ser respetuosas con las normas que los padres ponen. Si están demasiado en contra de la forma de crianza deben arreglar las diferencias con los hijos antes de involucrar a los nietos. Hay que crear equipos que se ayuden no que se saboteen, y no se puede formar uno con alguien que se tienen conflictos y diferencias de intereses, es fundamental llegar a acuerdos", agrega.
Conflictos
Cuando existen problemas entre madre e hija(o) debido al cuidado de los nietos, lo que se esconde debajo son problemas anteriores no resueltos, en los que los nietos sólo son la excusa para sacarlos a flote. "Cuando la hija(o) pasa a llevar a la madre y le impone o le reclama responsabilidades, el conflicto oculta un problema que no han podido solucionar, lo que les impide establecer un "dar y recibir" beneficioso y sano para ambas", comenta la especialista. "Doy alivio y ayudo a mi hija(o), a cambio recibo alegría y vitalidad al estar con los niños", agrega.
Desde la perspectiva de la abuela, en algunos casos lo que se esconde en esta disponibilidad absoluta e imposibilidad de decir que no, es en términos transgeneracionales "pagar un poco la deuda, en caso de que haya trabajado mucho y sienta que descuidó a su hijo(a), entonces esta es una forma de retribuirle. Muchas veces la abuela acepta porque siente culpa, de no haberle dado más tiempo".
En relación a una mujer cuya única labor es cuidar a la familia y es a través de los nietos que sigue vigente dentro ella, suele no poder negarse a cuidarlos eventualmente y a permitir que la pasen a llevar, de alguna manera por miedo a quedarse "sin trabajo". Es importante asumir que este no es el único rol ni actividad que puede hacer y disfrutar. "Su vida no debe estar centrada en los nietos porque la amenaza es muy grande: perder el sentido de la vida. Porque los nietos duran hasta la adolescencia, después hacen su vida."
Acuerdos y límites
Cuidar de nuestros nietos es algo que nos enriquece el alma, nos da una oportunidad para llenarnos nuevamente de vitalidad y además nos hace sentir parte de la nueva familia que han creado nuestros hijos. Aunque no debemos olvidar seguir con nuestras vidas ya que podemos vernos muy dañadas emocionalmente si nos aferramos solamente a ellos, y también podemos llegar a afectar la autoridad de nuestros hijos si cruzamos la barrera.
Todas estamos de acuerdo que disfrutamos de los nietos, pero cuando cuidarlos supera lo que podemos hacer debemos ser capaces de fijar acuerdos y límites, tanto de horarios, frecuencias y cuidados. Esto ayudará a tener una buena convivencia con nuestros hijos, lo que además será beneficioso para los niños. Es recomendable "fijar días y horas, así no existirá, para ambas partes, la incertidumbre de sí los cuidaran o no. También debe acordarse de cómo y qué llevará el niño preparado(mudas de ropa, pañales, comida). Claro que los acuerdos deben ser flexibles para que se adapten a las necesidades, pero es importante que hayan acuerdos previos, como los días, si será los fines de semana, la cantidad de horas, entre otros. Así incluso los niños se preparan y saben que van a salir e ir a ver a los abuelos, o ellos vendrán a casa", recomienda la psicóloga.
"Puede ser una relación maravillosa en que hay beneficios para todos, la abuela siente alegría, los padres alivio y los niños se sienten queridos, en la medida que todos ocupen su lugar y respeten al otro", agrega.
Agradecimientos a Verónica Gazmuri, Psicóloga y Terapeuta Familiar.
http://aboutme.cl/node/76
Wednesday, August 22, 2012
Subscribe to:
Posts (Atom)